Para que la conciencia pueda presentarse sexy -algo que a todas luces se muestra como dos términos contra-intuitivos-, para que eso ocurra, es necesario antes crear un personaje que se prodigue con las palabras, que hable, que exponga teorías sin parar, y que lo haga con gracia y salero. Pondré un ejemplo:
Desde la fantasía inventé el personaje, Ausonio:
Desde la fantasía inventé el personaje, Ausonio:
Pese a no ser agraciado físicamente, muestra su lado sexy a cualquier lector que le escuche exponer sus teorías de viva voz, teorías que apoya en su ilimitada memoria. María del Oceáno su `escuchante´ principal, se enamorará de él conforme avancen las páginas de la novela. Era mi intención que el lector se enamorara de esa manera tan peculiar de `auto-exponerse´ que tiene Ausonio.
Primero creé el personaje, después, él motivó mi objetivo para toda la novela: conseguir que de las teorías de Ausonio el lector se quedara prendado, también, de las palabras que las componían. Esa era mi mayor motivación. Para ello creé un vocabulario especial para mi Fósil vivo:
El logos de mi personaje central fue construido con palabras muy antiguas, como pasadas de moda, palabras que formaban conceptos nuevos, conceptos ensamblados con la argamasa de lo añejo; eso es lo más `moderno´ de mi novela, el manojo de teorías intrépidas contadas desde `el pasado del futuro´, lo que las hará más asequibles, más... ¿cómo diríamos? ... más prácticas y llevaderas.
El logos de mi personaje central fue construido con palabras muy antiguas, como pasadas de moda, palabras que formaban conceptos nuevos, conceptos ensamblados con la argamasa de lo añejo; eso es lo más `moderno´ de mi novela, el manojo de teorías intrépidas contadas desde `el pasado del futuro´, lo que las hará más asequibles, más... ¿cómo diríamos? ... más prácticas y llevaderas.
Pero, ¿cómo algo puede ser el pasado del futuro? Otra vez apelo a lo contra-intuitivo, a esos pares de conceptos que se repelen. Sería algo parecido a mirar el pasado para mejorar el futuro, o darle valor al ayer para el mañana, o mejor aún, dar un paso atrás para coger carrerilla hacia adelante.
El concepto "conciencia sexy" siempre me asombró al leerlo en tu novela, pero me parece muy necesario que lo reivindique Ausonio. Sólo me gustaría hacerte dos preguntas en relación con el tema que tratas. En primer lugar, ¿tienes más conceptos que se repelen en esta novela? ¿son este tipo de conceptos un recurso que utlizas a menudo? Y, por otra parte, también quisiera saber si crees que alguien podría ver en la ejemplificación de ese "pasado del futuro" en la figura de Ausonio un pensamiento conservador. Gracias y un saludo
ResponderEliminarMuchas gracias Elena por tus palabras.
Eliminar"Conciencia sexy" parecen dos términos que se repelen, y más para Ausonio, que nunca habla de apetencias sexuales, ni parece estar preocupado por el aspecto físico de nadie, ni del suyo propio.
Evidentemente lo de los conceptos contradictorios es un recurso que me encanta utilizar; me era muy fácil, teniendo en cuenta, la `sensiblería` de mi Ausonio crear los pares de conceptos, en general todas las contradicciones de su ideología. Te pondré un ejemplo: `Esculpir horrosidades´ a sabiendas, era como definir el arte como algo contrario a la tendencia común que establece dicho arte como el exponente máximo de la belleza.
Respecto a la segunda cuestión puede parecer que apelar al pasado para construir el futuro puede parecer conservador; ¿acaso es conservador defender los derechos humanos? Creo que todo nuestro conocimiento se encuentra ya en el pasado, y lo que tenemos que hacer es recuperarlo y actualizarlo a las nuevas situaciones.
Ejemplo: Ausonio propone comprender a los `bichanclos´ actuales llamándoles rupestres.
Espero haberte contestado a tus cuestiones tan difíciles.
ResponderEliminar¿ Es posible que con la creación de Ausonio hayas querido crear a su vez un reflejo de la propia lengua? Cuando surgen conceptos nuevos la lengua recurre a estructuras ya consolidadas, raices, sufijos...para ampliar su vocabulario. Un abrazo
Gracias Lago de Como por tu acertado comentario.
EliminarPor supuesto que tras crear a Ausonio me vino a la cabeza una lengua nueva, aunque no era esa mi primera opción, pero Ausonio se me presentó tan locuaz, que...
Los conceptos nuevos fueron creados, como bien dices, con las estructuras que todos conocemos. Fue fácil que mi protagonista tirara de la lengua de nuestro infinito castellano, no sólo con sufijos y prefijos, sino también con substantivaciones y `verbalizaciones´; todas las palabras que se mostraban como nuevas eran explicadas en el propio contexto de la obra, por mucho que ello complicara su escritura. Esa es la razón que me impuse para facilitarle al lector la comprensión de mi Fósil Vivo.