jueves, 6 de diciembre de 2018

Los artefactos constructores

¿Qué motivación escribe una novela? o ¿Cómo se escribe una novela?  ¿Qué la provoca? ¿Con qué se construye?...
Todo autor necesita de un artefacto, un ladrillo previo que dé pie a una narración, con su sentido completo y con su final inesperado.


Como autor puedo contar o hablar de mis artefactos constructores, que ni son sólidos ni físicos. Por más que busco sólo encuentro tres, y están extraídos de sectores ajenos a la literatura:
Primero: La idea, que construye una novela.
Segundo: El adjetivo, que además puede contener una anécdota.
Tercero: El párrafo sentimental, y que casi siempre proviene del recuerdo.
Pondré mis novelas como ejemplo. En la próxima entrada, comenzaré por la idea, por la fuerza de una idea, que de tan magnífica se transforma en metáfora.





4 comentarios:

  1. Me parece muy interesante e importante lo que propones, pero me gustaría saber ¿por qué sólo concibes tres artefactos constructores? ¿te refieres a tu experiencia al escribir novelas o crees que son los únicos posibles para todo escritor?

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  2. Gracias Elena por tu comentario.
    Debe haber otros artefactos, incluso se me ocurren muchos, pero en mi caso, hubo tres momentos que inspiraron mis novelas; se trasformaron en artefactos mucho después, una vez pude reflexionarlos. Como puedes entender cada escritor encuentra sus propios artefactos.

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  3. Creo que en toda novela los personajes son importantes y deben de estar bien construidos, dentro de estos elementos constructores, dónde los definirías? O por el contrario, quedarían al margen siendo otro elemento regulador?

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  4. Gracias Lago de Como por tu comentario.
    Sí, los personajes forman parte de los elementos constructores, pero en mi caso los artefactos -los ladrillos- constructores son previos a la escritura, y los personajes sólo los construyo después de tener una idea previa, un adjetivo con su anécdota o un párrafo magnífico que por sí solos den lugar a la narración. Los personajes los crean mis ladrillos constructores. Así es como yo lo hago. Los personajes no quedan al margen, pero tienen que asumir su condición de estar en segundo plano.

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