viernes, 12 de julio de 2019

Don Modesto tras "derramarse" con su "es tan bello escribir", se asoma a la censura acariciando la melancolía. Al final lanza su alocada propuesta.

Don Modesto habla con su íntimo amigo Pardialez. Tras derramarse en el anterior alegato sobre la escritura, la belleza del escribir le pone melancólico. 
Parece que se le niega la posteridad, pero él echa la culpa a la injusta censura. Don Modesto añora la antigua censura, esa que encarcelaba a los escritores que amaban los logros sociales, a escritores que abogaban por revoluciones, y en general a todos los disidentes del poder; añora ser radical y propone que la censura  se ensañe con él. Anteriormente, recuerda, la censura te hacía famoso, pero, hoy día, momento en el que escribe Don Modesto, la posteridad te arrincona, te hace de menos, te obvia, porque, como ya existe el derecho a decirlo todo, el poder te silencia, no te escucha, o lo que es lo mismo, te aplica la intransigente censura.
El alma de funcionario de Bauer, que sólo desea la decencia, ve cómo su sociedad precariza su ingenio. Don Modesto interpreta el papel del Primer Decente en su lecho de muerte, acabado y ninguneado, agraviado por todos los que le pusieron la zancadilla, pero esperanzado le pide a la posteridad que le tenga en cuenta, aunque para ello tenga que conformarse con ser un escritor censurado.
Bauer, poco propenso a las amenazas, lanza su maldición contra los culpables y después se le escapa el anhelo más pueril que jamás ha existido: "¡Malditos los pescuezos indecentes que han despertado el ingenio! Nuevos hombres vendrán que, de tan solidarios, darán su vida por deslerdar..." ¡Pobre infeliz!





La máxima solidaridad será deslerdar... ¡qué hallazgo! Aunque Modesto no lo aclara muy bien, no se arriesga, es ¡tan decente y comedido el hombre!




2 comentarios:

  1. Me parece que el pobre Don Modesto está fuera de los tiempos. Cuando leí la novela, pensé, llegados a este punto, que Bauer prefiere ser censurado y recordado por sufrir la censura antes que ser ninguneado, ¿es realmente esa la interpretación? Y, por otro lado, ¿cuando equipara la solidaridad con deslerdar está insinuando que deslerdar es una cuestión de justicia, como la solidaridad?

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  2. Gracias Elena por la comprensión de mi novela.
    Realmente Don Modesto quisiera que los censores bloquearan su obra con críticas, ya que para él, lo peor sería el `ninguneo´; lleva mal que nadie valore su obra literaria.
    Además, como él se siente un pensador-escritor no soporta que el público haga de menos sus teorías cuasi-filosóficas. En este capítulo añora la `buena´ censura, la misma que antes te llevaba al exilio, a la tortura e incluso a la muerte.
    Cuando se me ha escapado eso del pensador-escritor, lo que quería decir era simplemente lo que tu apuntas; por supuesto que para él la solidaridad es un problema de justicia, y ve más fácil paliar el hambre en el mundo que la ignorancia.
    Por eso podríamos decir que Bauer no se contenta con tener una buena censura, sino que anhela también una buena solidaridad.

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