El pasado 28 de diciembre acabé la entrada sobre el adjetivo decente, sobre el segundo artefacto constructor de mis novelas. Una de las frases de la entrada es la siguiente: "los sobresalidos compartían fanguillo con los rupestres, los vulgares seres que anhelaban una extinción, a la que siempre se abocaban".
¡Qué mejor extinción que abrasarse en una playa! Hasta que no encontré unas imágenes de bichanclos al sol, acordes con ese acontecimiento cotidiano, no pude mostrar lo que mi imaginación había parido. Las dos obras son de la pintora Ana Canal.
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