lunes, 6 de mayo de 2013

La trilogía de la Fantasía

Para empezar a escribir tuve primero que aprender a hacerlo, por lo cual me propuse intentarlo desde una plataforma nada fácil: la Fantasía.
Así comencé mi andadura, nada menos que con una Trilogía.
Primeramente, como los niños que lo ven todo sin dificultad, se me ocurrió la fantasía utópica, y escribí mi primera novela. Me vino a la mente toda una utopía negativa. Contaba las aventuras y desventuras de una hipotética princesa llena de odio, con unas ganas locas y muy amenas de "desencastillar" a todos sus súbditos, siempre ansiosos por mantenerse dentro del palacio o castillo, es decir, que no soportaban la libertad, por mucho que alguien se la ofreciera.
En segundo lugar, me atacó el ansia por los sentimientos. Emociones agrandadas por la altura que da el pasado, es decir, por su punto de vista. Así se me ocurrió la fantasía orgánica, la que es capaz de remover cada víscera, incluso las más enfermas o atrofiadas.
En tercer lugar, cuando ya creía en mí, surgió la fantasía exacta, mi fósil vivo, mi apuesta por la decencia, tantas veces vapuleada. Lo cual nada tiene que ver con el tiempo de las publicaciones, pues, precisamente, fue esta tercera novela la primera que vio la luz.
En todo caso siento un especial cariño por esta trilogía, y no por ser mi comienzo con la literatura, sino por el cariño con que la concebí.
¡Qué pena que las trilogías se terminen cuando las tres partes componentes llegan a su fin!
Fantasía Exacta, utópica y orgánica son tres condimentos para mejor paladear un manjar infinito: la Fantasía

4 comentarios:

  1. Llevo dias leyendo las entradas de tu blog y lo primero quiero felicitarte por tus reflexiones. No solo son sugerentes sino que me suscitaron la necesidad de leer tu novela. Desde luego, es una novela especial no solo me ha sorprendido literariamente hablando sino que tiene mucho meollo ideológico. Enhorabuena por tu primera obra.
    Después de leer tu última entrada he estado recordando una distinción cinematográfica: cine orgánico y cine cristalino. La fantasía orgánica encajaría perfectamente con el cine tildado de orgánico. Se trataría de un cine visceral y de sentimientos. En cambio, el cristalino es como la música atonal. Necesitamos mas educación de nuestro oído para que nos llegue a la parte más emotiva. No sé si se podría encontrar una fantasía cristalina. Es sólo un decir o un pensar.

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  2. Me encanta tu reflexión. Realmente, en oposición a la fantasía orgánica debería existir la fantasía cristalina, pero yo no la conozco, de momento, aunque ardo en deseos de crearla, o por lo menos, se me ocurre la posibilidad de escribir una nueva novela con esa forma de narrar: la fantasía cristalina. Gracias a ti voy a hacer una nueva entrada en mi blog, pues me has metido en un nuevo reto.
    Muchas gracias por tus comentarios.

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  3. Me encanta tu blog... Me ha gustado mucho que te basaras en las fantasias con tus libros (mas)

    Saludos

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    1. Muchas gracias por tu comentario y espero que sigas el blog.

      Saludos

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