sábado, 4 de mayo de 2013

Tres ladrillos narrativos: tres personajes

¿Cómo se escogen los personajes?
Difícil tarea.
Para mi última novela he tenido que remover el concepto de sustancia para poder hacerlo.
Primeramente creé un personaje de carne y hueso, un personaje capaz de sentir, hablar, soñar y sobretodo de evolucionar a través de la narración.
En segundo lugar, encontré un objeto, es decir, un artefacto material. Este recurso muy utilizado en Literatura para mí supuso un reto, pues también debía evolucionar, tras el desgaste de las palabras que hubieron de ser puestas sobre él. Esto no fue difícil, pues al ser una carretilla y ubicada en el norte de España, la humedad del tiempo que pasó a la intemperie,  jugaba a mi favor.
En tercer lugar, y esto fue lo más dificultoso, mi tercer personaje lo tuve que crear desde el mundo etéreo de las emociones, de los estados mentales, es decir de la mente humana. Así se me ocurrió La Soledad. Ella será un personaje nada usual, y aunque difícil de evolucionar, debo manejarla como si se tratase de un ser vivo, lo cual además de ser muy interesante supone un reto.
Ya tengo los tres más importantes ladrillos narrativos. Ahora sólo falta todo lo demás.

2 comentarios:

  1. Parece que dispones de un buen material, sólido, que te ayudará a levantar una estructura rotunda y contundente.
    Pero discrepo en algo contigo: la soledad no me parece un elemento poco usual en la narración. Sí me parece novedoso el hacer evolucionarla como si de un personaje más se tratara.
    Un gusto, como siempre, leer tus entradas.

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    1. Uno de los retos importantes en esta novela es conseguir la "antropomorfización" de la Soledad. Para ello tendré costruir toda una narrativa que incluya su nacimiento, su madurez y su deterioro.
      Es un placer contestar a tus comentarios.

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