Tras cualquier periodo álgido en el pensar (como puede ser el alumbramiento de una novela), se precisa de un periodo de reflexión, pues es sabido que se hace necesaria una parada cognitiva para luego retomar la literatura. A veces, dichas paradas no son solamente por un exceso de actividad en la reflexión: la parada cognitiva a la que aludo también puede producirse por un shok emocional o físico.
El soplido al que me remito es algo así a cómo empezar de nuevo. Para ello creo que sería necesario volver a los orígenes. Uno debe releer las novelas que le estimularon al principio, cada autor o título debe volver a ser reflexionado. Para esto, pongo un pequeño ejemplo: tomar notas brillantes.
Además uno no tiene más remedio que ver la cara a las motivaciones por las que una vez decidió ser escritor.
El escritor debe solucionar de nuevo el par de conceptos siempre ineludible para la literatura, a saber, forma y contenido, o estilo y asunto, molde y meollo, marco y cuadro... todo aquello que se parezca a las castañas y su cucurucho.
Estoy totalmente de acuerdo contigo. La escritura siempre necesita de paradas cognitivas que yo denomino figuradas. No son realmente paradas, sino más bien procesos para adentrarse de nuevo, tú lo llamas repensar los orígenes, en la búsqueda de lo que nos hace escribir. Cuando el escritor retoma la tarea de escribir puede ser por su afán de crítica, por una necesidad de expresar sus dudas constantes ante los problemas de la existencia o por positivizar un sentimiento (un sentimiento de amor, de ira, etc.). El buen escritor siempre se está redescubriendo a sí mismo. Ahora bien, ¿tú crees que ocurre lo mismo cuando se sufre un shock físico? Esto no lo entiendo muy bien. También me gustaría preguntarte si en ese proceso el novelista puede llegar a cambiar tanto que no se reconozca a sí mismo.
ResponderEliminarRealmente la parada a la que me refiero es el mismo sosegamiento, necesario para toda reflexión meditada y potente. Como tú bien dices, el escritor cada vez debe redescubrirse a sí mismo, y esto es literal, pues no tiene más remedio que encontrarse en su ya manida sofisticación. Con respecto a lo que me preguntas del shock físico, pienso que sí: existen cantidad de casos en los que un escritor tras un accidente, no puede hacer lo mismo que antes hacía con facilidad.
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