viernes, 31 de julio de 2015

Lo que te tira de la lengua: la obsesión

En el caso de mi tercera novela -la que cierra la trilogía- y que saldrá publicada muy pronto, la obsesión me empujó a escribirla. En ese momento parecían atacarme los problemas psicológicos, me los encontraba por todas partes. Parecía que a todos mis amigos les afectaba una, ¿cómo diríamos?… una dolencia poco austera, pero pertinaz, pues todos creían la necesidad de ser tratados por psicólogos. Por ello tuve que introducirme, sin grandes esfuerzos, en el hospital más cercano y en algún ambulatorio para tener acceso a pequeñas terapias psicológicas muy distraídas, que luego intenté relatar, por supuesto con  toda la ironía que me salía por las orejas, además de todo el respeto por esas terapias tan pretendidamente científicas.
La novela se llama Residencia de quemados, quemados que como se puede imaginar uno no eran más que los pacientes de la imaginada psicóloga llamada Clara.


Cuando vi el cuadro de Andrew Wyeth titulado Christina´s World en The Museum of Modern Art of New York lo primero que pensé fue en cómo Clara se retorcía mirando la Residencia de los quemados, cómo se retorcía y arrastraba hasta ella, en donde encontraría a sus pacientes con sus cabezas repletas de pajarillos. 

5 comentarios:

  1. Por lo que cuentas, tu tercera novela nace de una obsesión. Las obsesiones de los escritores son muy comentadas en el mundo literario tanto o más que las pasiones. ¿Crees que en tu caso te dominan más las obsesiones que las pasiones? Y, por cierto, ¿puedes comentar alguna enfermedad psicológica recogida en tu nueva novela?

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    1. Querida Elena, me gusta mucho tu distinción aunque, en mi caso, no sea suficiente pues yo utilizo las obsesiones como pasiones cognitivas, por lo que me es imposible separar ambas, aunque ello tiene mucha miga filosófica.
      Sí, te puedo comentar alguna "disfunción" psicológica de las que trato en "Residencia de quemados". Te comentaré una, la primera que me viene a la cabeza, no por ser la más consistente, sino por ser la más odiada por mí y la que más daño me hizo padecerla en amigos y demás: te hablo de la monología, patología muy odiosa y que padecen muchos. Ya sabes son esos seres atípicos, oscuros, que simulan ser seres pensantes pero que ocultan todo, o sea, los hombres monológicos.

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  3. En primer lugar felicitarte una vez más por la elección de la imagen que ilustra tu comentario, pero a mí el personaje del cuadro me sugiere una paciente de Clara, con todos esos pajarillos en la cabeza intentando llegar a la "Residencia" como lugar último para apartar esa desazón. ¿Tú que opinas? Un saludo

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    1. Gracias Lago de Como por tu comentario.
      Y sí, podría ser una paciente mirando la "Residencia" y con todos esos pajarillos en su cabeza.
      En todo caso veo que has comprendido bien el sentido del cuadro y cómo verás, bien difícil es arrancarle una sola interpretación. Cuando puedas leer el libro comprenderás la frustración de Clara hacia sus "quemados", sus pacientes con serios daños psicológicos.

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