¿A qué suena la tristeza?
A la misma hora a la que mueren príncipes y princesas ha debido de morir una humana tan normal como entera.
En este caso habrá sonado una simple campanita. Aún así ¡suena!
Algo parecido le ocurre a una vida cuando se extingue, a las palabras componentes de una buena literatura: todas suenan parecido, por muy diminutas que ambas (palabras y vidas muertas) sean.
La música de la muerte siempre suena igual venga de la mano de un triste accidente, o tras sus "Emisarios" habituales apodados enfermedades, o simplemente por el desgaste de haber vivido, pero sea como sea ¡suena!
No importa la validez de la persona, ni su grandeza (todas las palabras le son a la Literatura bien bonitas), pues la muerte: ¡suena!
La Literatura suena igual sean cuales sean sus palabras componentes. La Muerte ¡suena! sean cuales sean las vidas que en su afán recoge.
¡...Pero suena!
No hay comentarios:
Publicar un comentario