sábado, 12 de octubre de 2013

La perfección en cada párrafo: ¿Qué hacer con las palabras?

Cada párrafo, por diminuto que este sea, debe contener todas las proposiciones de la gran novela. Por ejemplo debe atender a la musicalidad escogida, a la elección del narrador, a las pretensiones del narratario, al tema, a quién te quieres parecer y sobre todo a la motivación primera de la novela, es decir, a la obsesión a la que esta se dirige. Todas estas cosas estarán presentes en cada párrafo de la novela, si no quieres que tu trabajo sea de la textura del trapo. Es difícil atender a todas estas pretensiones, pero no veo otra manera de escribir, a no ser que te conformes con juntar palabras.

2 comentarios:

  1. Tras releer tu entrada creo que entiendo intuitivamente lo que quieres decir. Para mí el sentido de la novela está en cada párrafo porque cada párrafo es una pequeña semilla donde está contenido todo lo que se desarrollará después. Cada párrafo es como un primer origen. De todos modos me gustaría que explicaras algo más cómo en una parte de la novela está el todo.

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  2. Querida Elena: te pondré un a modo de ejemplo. Es el caso de la elección del narratario como lector ideal. Una vez escogido este no tienes más remedio que dejarle presente en cada párrafo, no sólo para que comprenda todo lo que quieres expresar, sino para tenerlo de interlocutor en las maneras de expresarte como narrador. Otro ejemplo muy válido sería el tono: él es el responsable de la coherencia del texto, para que este no se desvanezca como si fuera un pelele. Me parece muy acertada tu analogía de párrafo con semilla. Realmente es lo que yo quería expresar: que en los cromosomas de toda semilla se encuentra la totalidad del árbol, y no como deseo sino como realidad.

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