El narrador es construido por el autor justo al mismo tiempo en el que el mismo autor inventa y da forma a su lector ideal, o mejor dicho, virtual. Como ya creo haber dicho varias veces, narrador y lector son dos figuras imprescindibles de toda novela. El escritor sueña con poseer un auditorio exquisito, por ejemplo, un congreso de lectores, en el que ninguno de ellos haga ascos a sus más increíbles comentarios y lineas narrativas. Por supuesto, el congreso de lectores estaría repleto de lectores que quieren ser más, es decir, de lectores que en su casa tengan un gimnasio mental, donde entrenan a sus entendederas musculares.
Un congreso de lectores, o simplemente, una feria de lectores, sería el edén de todo escritor.
Me parece excelente la imagen de unos lectores ideales que conforman el edén del autor. Sólo quiero añadir una pregunta a tu reflexión, un comentario que nace desde mi perspectiva de lectora: ¿cuál sería el edén de los lectores? Cada lector puede considerarse a sí mismo un lector ideal, aunque esté equivocado, por lo tanto creo que habría casi tantos edenes de lectores como lectores hay en la realidad.
ResponderEliminarEl edén del lector, preguntas, ¡qué fácil! Para todo lector, se crea o no un superdotado, su edén se encuentra en su sillón leyendo la historia de su autor preferido y disfrutándolo. Evidentemente, aunque alguno esto le duela, hay tantos edenes como lectores, por muy cochambroso que tengan su sillón.
Eliminar¿Crees que todos los lectores de ese congreso serían ideales? ideales ¿para quién?, ¿para el escritor? o como bien dice Elena ¿no crees que habrá lectores que serán un fiasco para el escritor? En las ferias siempre aparece gente que le gusta fisgar pero sin interés alguno. ¡ Qué estupendo disponer de ese gimnasio mental que mencionas!
ResponderEliminarTienes razón. Pero los lectores de los que hablo "quieren ser más", luego no se conforman con pasar páginas y páginas... mi idea de lector ya introduce la connotación de ´ideal´, pues todo lo comprende y todo lo quiere saber, para lo que si aún no tiene el susodicho gimnasio mental deberá montarlo cuanto antes. Muchas gracias por tu musculoso comentario.
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