martes, 19 de agosto de 2014

El carácter de la idea

Una novela de ideas precisa de una fórmula, una idea de la que surgirá el carácter de toda la novela. La gracia consiste en trivializar la idea magnífica para hacerla asequible y comprensible al lector inteligente.
La susodicha idea-fórmula deberá estar presente en cada párrafo, en cada capítulo, en cada descripción de un personaje... deberá ser echada a rodar a ver qué...  será necesario hacerla girar y  no abusar de su eficiencia. Todo ello me parece necesario para el éxito, el éxito en la escritura de una buena novela de ideas.

4 comentarios:

  1. En tu entrada hablas de trivializar la idea para el lector inteligente, pero ¿no crees que trivialidad e inteligencia al referirte al lector pueden ser dos conceptos incompatibles? ¿Crees que el lector inteligente no entenderá bien esa idea propuesta? Como siempre, todas tus entradas me hacen reflexionar profundamente sobre la literatura. Gracias.

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  2. Sugerente comentario el tuyo.
    Sí, aparentemente trivializar parece un concepto contrapuesto a inteligencia. Pero no, porque yo me refería a ideas obtusas o incluso en exceso elevadas, las ideas profundas por su pretensión, las que algunos autores extraen de la filosofía o de cualquier otra actividad. Yo en cambio, hablo de ideas trivializadas para que todo lector se convierta en inteligente por la fuerza de la idea, además por el método facilitador que el buen autor utiliza a la hora de escribir. La idea magnífica obliga a que todo lector sea inteligente.

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  3. La idea de una fórmula que recorre toda una novela es un punto insistente de tu hacer literario. Creo recordar que en alguna otra entrada comentabas, como ejemplo, una fórmula de El fósil vivo: la decencia. La fuerza de esta idea creo que reside en su repetición. La repites a través de imágenes, de personajes o de escenas diferentes. ¿Es a esto a lo que llamas trivializar? También sigo pensando que en una novela hay más de una fórmula. No sé lo que piensas sobre este punto.

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  4. No sólo es así. Repito la fórmula a través de imágenes y es utilizada en múltiples personajes, aunque trivializarla quiere decir algo más: es dotaría de un carácter más, ¿cómo diría yo?... popular. A lo mejor dicha fórmula procede de la filosofía, pero yo debo antes explicarla humanamente, con las palabras de andar por el mundo. Y sí, en una novela puede haber más de una fórmula. Depende de la profundidad que precise, además del contenido de su guión.

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