El objeto no puede hacer otra cosa que vengarse. Ocurre en la ciencia, que parece que el objeto estudiado por el científico es controlado por él, aunque en la realidad parece ocurrir todo lo contrario. Pondré algún ejemplo, que ya han comentado algunos lectores inteligentes: la radioactividad, que en principio parecía un "objeto" beneficioso, y sobre todo, nada perjudicial, se vengó nada menos que de Madame Curie, matándola muy joven. Aún hoy, se encuentran en un museo sus ropas contaminadas, incluso es necesario pasar las páginas de su diario con guantes y máxima protección. También el mismo "objeto" se vengó años más tarde en Chernobil, donde pobre del que coma una manzana del árbol. El objeto se venga de su protagonista, cuando el científico creía que era él.
Tras finalizar la lectura de tu última novela publicada desearía hacerte llegar mi felicitación más sincera. En La venganza del objeto no solo consigues marcar tu enemigo desde las primeras páginas, sino que lo mantienes con intriga hasta el final haciendo que el lector necesite leer y leer para ir descubriendo la vida (a veces miserable) de los personajes que van apareciendo y la relación que de forma tan magistral creas entre ellos. Magistral es el discurso y las palabras que lo hilan: leía unas páginas que parecían inmejorables en su ejecución o en su invención y sin embargo en las páginas siguientes el ingenio y un manejo excepcional de nuestra lengua pergeñaban párrafos y descripciones singulares. Magistral es la parte final con ese cambio de registro tan potente pero tan esclarecedor. Magistral y llena de emotividad es la descripción que realizas en la página 48 de la foto encontrada en la habitación del protagonista. Por cierto, quien conozca la fotografía de la portada más valorará dicha descripción.
ResponderEliminarPor último animarte a seguir escribiendo y publicando. Es un desprecio a la literatura, sí literatura que no narrativa, que tu obra no llegue a un mayor número de lectores inteligentes, que haberlos haylos. Sin duda muchos más compartirían y compartirán tu aversión por esa ciencia que se cree superior a cualquier otro método de conocimiento dando excesivo valor a las nociones científicas y, en algún caso, pseudocientíficas. Muchas gracias y ya tendremos ocasión de saludarnos personalmente para seguir comentando esta "vendetta".
¡Cómo me alegran tus palabras! Tu comentario es casi una reseña.
EliminarMe encanta que hayas comprendido tan bien la forma como engarzo a los diferentes personajes, ya que para mí era todo un reto, al igual que valores tan positivamente la manera en la que intenté ligar los acontecimientos a los mismos personajes.
Además, valoro con alegría todo el comentario que me haces al respecto de la página 48. No sólo es precioso, sino que tan bien suponía para mi un reto la descripción exacta de la fotografía, por lo que estoy muy contento de haberlo conseguido.
Otra cosa que te agradezco es que te hayas percatado del esfuerzo que supuso para mi el cambio de registro hacía la emoción, hacía un sentimentalismo atroz, para lo que tuve que modificar esa manera tan irónica en la que me siento tan cómodo.
Realmente la aversión a la ciencia, aunque parezca muy desmesurada -que sí que lo es-, y auténtica, sólo se muestra tan radical debido al contrapunto que quise marcar en todo el relato: las dos partes tenían que mostrarse muy contrapuestas. Yo deseaba que el lector pasara desde la más fría sistematicidad hasta las más lágrimas amargas.
Espero que nos encontremos muy pronto y no solo en ese mundo mágico que llamamos literatura.