En las entradas anteriores he mostrado la forma con la que estoy trabajando una de mis actuales novelas: la aparición del personaje principal, del narrador e incluso del narratario. Todo ello siguiendo el modelo de la antigua novela de entregas. No os voy a entregar la novela "a trozos" pero sí su estructura.
Tras inventar un peculiar narrador, quien debía contar las atroces experiencias de mi principal personaje (Severo), necesité que las aventuras de éste tuvieran lugar en un punto de España, una ciudad bien conocida por mi. Así es como introduje a Severo en un contexto como Valencia.
Valencia es la provincia en la que los acontecimientos que inspiran mi historia tienen lugar. Son acontecimientos inusuales, familiares, auténticos, chocantes, y por supuesto, todos verdaderos, además de ser narrados con la fantasía casi enfermiza de mi narrador.
Pues sí, por entregas nos llegan ecos de Severo, que ahora ya lo situamos geográficamente. Lo que apuntas, destila costumbrismo, ¿podría encuadrarse en este género literario o por el contrario , y aunque estén ciertamente unidos ambos géneros, es màs una novela realista?
ResponderEliminarQuerido-a Lago de Como,
EliminarEfectivamente la novela de Severo es costumbrista (años sesenta, más o menos), pero también mantiene el valor de ser una novela realista, con ese realismo atroz que me hizo pensarla desde el principio. Ambas cosas pueden darse al mismo tiempo y sin ningún problema. Es fácil que todo lo real esté dentro de lo "sabido y querido por todos", es decir, participando de las costumbres. Gracias por tu comentario.