lunes, 1 de junio de 2015

La paraeta y sus personajes

Este será el título, La paraeta. ¡Por fin lo tengo!
Ahora preciso la elección de los personajes. Por supuesto que ellos tendrán que ser sugerentes e interesantes y será necesario que de los mismos se pueda extraer el "logos" que necesito, un tanto "choni". La elección no depende de las formas democráticas: se puede ser un demócrata y, al mismo tiempo, necesitar un dueño de la novela, por eso los personajes los elegiré yo.  No me suele ocurrir que mis personajes me los imponga el argumento.  Mi novela se alimentará de los acontecimientos que se darán en esta familia, un tanto  chabacana y vulgarmente "choni". 

4 comentarios:

  1. Interesante título. He buscado la palabra "paraeta" en el diccionario y no la encuentro. ¿Es inventada o propia de una lengua regional? Es interesante ver que los personajes los construyes con anterioridad a la construcción total del argumento. ¿Es siempre así o en otras ocasiones el proceso es a la inversa, el argumento te inspira los personajes?

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    1. Efectivamente, la paraeta es un concepto, más que de una lengua regional, es propio de una forma de ser. Hace referencia a un a modo de quiosco. Y sí, los personajes los concibo antes del argumento, aunque están tan relacionados con él que me sería difícil saber qué fue antes si el huevo o la gallina. Podríamos decir que el peculiar estilo de los protagonistas le da un empujoncito al guión, es decir, al argumento.

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  2. Por lo que nos vas adelantando percibo una obra divertida ( lo leído de tu obra tiene un punto de divertimento atípico) pero quizás esta tenga un tono más jocoso, como dices, un humor casi chabacano. Y hablando de los personajes, su caracterización vendrá dada por la descripción física que el narrador nos haga de ellos o será el lector quien deduzca cómo son a través de sus comentarios, acciones, gestos, etc? Gracias y un saludo

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    1. Gracias por tu comentario querido-a Lago de Como.
      No haré en esta novela grandes descripciones físicas de los personajes, ya que me centraré en sus rasgos psicológicos, en los más... ¿cómo diríamos?... más cognitivos. Puesto que el narrador será un excéntrico de las letras no se podrá de él sacar nada de todo ello. Será el lector quien deduzca todos esos datos, todos ellos jocosos y en nada ambiguos.

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