miércoles, 24 de junio de 2015

La Decencia: la idea original del Primer Decente

La idea surgió de una anécdota tras una opulenta comida con grandes amigos. Uno de ellos (con la gracia insospechada que tienen los hombres serios) se explayó contando la anécdota. Ahí surgió la idea de Modesto Bauer, un a modo de funcionario que luchó infructuosamente y con mucha garra, sin suerte, por conseguir su cátedra, cátedra que otros postulantes le robaron con mala saña durante toda la vida.
Convertí esa figura en un tipo de salvador redentor, quien intentó obligar al mundo a que se doblegase ante la decencia, virtud que en el mundo que yo narro (y en el mundo todo) se encontraba muy desprestigiada. Gracioso fue colocarle a dicho personaje las mil y una desventuras imaginadas, todas ellas familiares para todo lector inteligente.



Luego aquí en Chicago, en The Art Institute, junto a todos esos fósiles, se me ocurrió La Fantasía Exacta, tan real como sencilla aunque muy sofisticada. En Chicago, al que viajé no como turista, fue el lugar en el que organicé y concebí toda

3 comentarios:

  1. Leyendo tu entrada y acordandome de lo leído en la novela, me gustaría saber cómo pensaste en situar tu Fantasía Exacta en Hispalerdia. Un lugar tan lejos de Chicago. ¿Por qué situaste el origen de la civilización en el mediterráneo español?

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    2. Querida Elena:
      Elegí el este de España (la que llamé Hispalerdia) por ser una zona que conozco bien, allí nací y me crié, y a Valencia vuelvo cuando necesito rearmar y reforzar mis argumentos, mis creencias, sentimientos… y sobretodo, la manera de narrar pegada a las tradiciones playeras de ultramar. Así rejuvenece mi ironía.

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