viernes, 26 de junio de 2015

La fantasía y su cronotopo

Tuve que vérmelas con un cronotopo bien sofisticado producto de mis tendencias universalistas, por eso la narración en El fósil vivo realiza un recorrido tan amplio en los dos componentes del susodicho cronotopo: el espacio y el tiempo. Ambos fueron divididos en dos.
En cuanto al espacio, por un lado, las aventuras de Ausonio tienen por escenario las estancias de The Art Institute of Chicago (en sus estancias, las cuales conocía bien, Ausonio corre sus andanzas tras su cuidadora María del Océano) y, por otro lado, cuento la historia de una civilización perdida, los rupestres, quienes se extinguieron tras pasarlas con infortunio a lo largo de toda Hispalerdia.
El tiempo se transforma en la cuarta dimensión espacial en dos niveles: el presente, es decir, todos los episodios de Ausonio en el museo, lugar en el que sabe prodigar su memorión a diestro y siniestro, y el pasado, es  decir, toda la evolución siglos ha de la civilización perdida, con el Primer Decente a la cabeza.


Como puede observarse necesité de una nueva invención, la fantasía exacta, el tabernáculo en el que poder casar todos estos ingredientes. Dicha fantasía me pareció real y sencilla, o al menos así se me presentó. 

4 comentarios:

  1. Con tu entrada he entendido bien el concepto de cronotopo. Aún así sigue pareciéndome un término tan bello como abstracto. La idea de transformar el tiempo en la cuarta dimensión espacial, al formar este una simbiosis con el espacio, debería estar presente en la construcción de toda novela. Creo que en "El fósil vivo" espacios y tiempos tan dispares encajaron perfectamente bien en una fantasía. ¿Crees que te influyó de alguna manera el futurismo arquitectónico de Chicago en contraste con las antiguallas del museo? Por cierto, ¿cuál sería el cronotopo de "La venganza del objeto"?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Querida Elena, ¡Qué sutil e inteligente es tu comentario!
      Pienso como tú: el concepto de cuarta dimensión también me parece muy bello y abstracto, amén de contra-intuitivo. También creo que debería estar en todas las novelas, aunque en las que no aparece explícito también está de manera subrepticia.
      Respecto a si me influyó el futurismo arquitectónico de Chicago, sí así fue, pero a la negativa, por lo que tuve que mover a Ausonio por un mundo más antiguo, húmedo, cochambroso y casi rural, más acorde con las imaginadas antiguallas de un museo. Sobre el cronotopo de "La venganza del objeto" me encantaría hablarte de él, pero creo que sería cambiar mucho de obra y necesitaría pensarlo un poco. De todos modos agradezco tu interés. Creo que eres una lectora ideal, pues no se te pasa ni una. La Patro, de haberte conocido, no hubiese necesitado buscar la taxonomía del lector ideal, por los que tantos quebraderos de cabeza tuvo que padecer, esquivando la enfermedad mortal.

      Eliminar
  2. Leyendo tu entrada me planteo una duda, ¿el concepto de cronotopo solo es posible cuando el espacio y el tiempo son dos elementos indisolubles en la narración? Veo que tu estancia en Chicago además de fructífera te lleva de nuevo a gratos momentos vividos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Lago de Como por tu comentario.
      Sí, para ser un verdadero cronotopo es necesario que tiempo y espacio estén tan unidos como para que este se transforme en la cuarta dimensión de la narración, de no ser así, la narración estaría ¿cómo diría yo?… como hecha a retales, sin más.
      Mi estancia en Chicago está llena de grandes parcelas cognitivas, todas ellas plagadas de grandes recuerdos y buenos sentimientos.

      Eliminar